sábado, octubre 16

MEMORIAS DE UN PAYASO en BUENOS AIRES

Viajamos por los alrededores de algún lugar por doquier.
Justo al lado de la esquina antes de llegar a la vuelta.

Me atrapó su sentido de liderazgo.

Iba a pedir mi mano. Eso si la quería revisar primero (por eso de la falta de garantía).

Así fue como pasé de tener dos manos a tener solo una.
Una increíble mano derecha.


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